"Dentro de la Iglesia Católica, en el marco de la renovación conciliar, con el espíritu de los Consejos evangélicos, la práctica de todas las virtudes, para la gloria de Dios y la salvación de las almas"
Atendamos a los pedidos de la Virgen Maria, consagrandonos cada día a su Inmaculado Corazón, con esta oración que Ella nos enseñó en SALTA, Argentina, donde se aparece bajo la advocación de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús.