lunes, 31 de julio de 2023

NOVENA AL PADRE CELESTIAL (en preparación a su fiesta del 7 de agosto) - DÍA CUARTO

 Cuarto Día:

Bendito seas Señor, Padre que estás en los cielos, porque en tu infinita bondad, te has inclinado sobre la miseria del hombre. 

Te pedimos que mires hoy con ojos de misericordia, a tus hijos luteranos, nuestros hermanos, para que podamos olvidar las ofensas y errores mutuos que hemos cometido y que un día no lejano, conducido por María, Madre de Jesús,  te demos Padre, la alegría de nuestra unión.

Padre nuestro, Ave María, Gloria.

Se concluye rezando el Rosario corto al Padre Celestial

Empezar con el Credo, 1Padre, nuestro, 1 Ave María y 1 Gloria.

Luego en las 10 cuentas chicas se dice:

 +Padre mío y Dios mío

- Padre nuestro y Dios nuestro.

En las cuentas grandes se dice:  Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

Y se sigue repitiendo de esta manera en las cinco decenas.

Al final se repite 3 veces: Padre Dios, dulce esperanza de nuestras almas, que seas conocido, alabado, amado, adorado y glorificado por todos los hombres en toda la tierra.

Padre Dulcísimo, tu sabes

Padre Dulcísimo, tu puedes

Padre Dulcísimo, tu ves

Padre Dulcísimo, ¡PROVEE!

NOVENA A JESÚS TRANSFIGURADO - DÍA CUARTO

 


Oración Inicial

     Jesús, Rey de sangre, de luz y de gloria, te suplicamos por la bondad infinita de tu corazón, que nos mires con ternura:

       Triunfa en las conciencias de los pecadores y en las almas de los justos.

        Purifica nuestros cuerpos y santifica nuestras almas.

    Corona nuestros anhelos y nuestros esfuerzos de santidad de Gracia glorificadora.

    Ayúdanos a buscar en tu Eucaristía el germen y la garantía de nuestra propia resurrección y glorificación.

    Para que, al cumplirse en nosotros tus designios salvadores, podamos glorificarte a ti, en vida, en muerte y eternidad.

    No mires nuestras faltas, sino sólo tu misericordia, y concédenos lo que con corazón humillado y confiado te pedimos (se pide la  gracia que se desea conseguir)

    Jesús Transfigurado que también todos los hombres te alaben y glorifiquen, ahora y por siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Meditación

Moisés y Elías se hicieron presentes al lado de Jesús Transfigurado.

En el Monte Tabor están los más grandes misterios: desde Moisés a Elías, desde la Organización del Pueblo de Dios hasta la segunda venida de Cristo. El Cielo y la Tierra, la muerte y la vida, el dolor y el gozo, las tinieblas y la luz: misterios de redención y glorificación.

Moisés, que en el Sinaí había penetrado dentro de la nube de la Gloria de Yahvé para escuchar su palabra y recibir el Código de la Ley; Moisés, el heroico adorador de la tremenda y amorosa majestad de Dios, está ahora presente en el Tabor.

Y Elías, que había recibido del Ángel un milagroso pan para su largo caminar, pan que era preanuncio de la Eucaristía; Elías, severo, justiciero, celoso de la gloria de Dios, arrebatado por un carro de fuego; Elías, que ha de volver a preparar de una manera inmediata la venida gloriosa de Cristo, también está en el Tabor.

Es que el misterio de la Transfiguración quiere abarcar el Antiguo y el Nuevo Testamento, y quiere proyectarse hasta la consumación de los siglos, hasta la última venida de Jesús.

Es importante la valorización de esta panorámica tan amplia.

La espiritualidad de la Transfiguración contempla la presencia de Moisés y Elías en el Tabor, como símbolos de transfigurados, (Moisés que entra en la nube, Elías que es arrebatado en un carro de fuego) y como modelos de fidelidad a la misión única que cada uno había recibido del Señor.

Así el Transfigurista expresará su devoción a Moisés y Elías con la imitación de su fidelidad y de su celo por la Gloria de Dios, con el cumplimiento heroico del Decálogo, y con la espera dinámica de la segunda venida de Cristo. De ser sacerdote y de serle posible, celebrará la Misa Votiva en su honor el 10 de julio (Elías) y el 2 de septiembre (Moisés).

 Oración Final

    ¡Oh Jesús Transfigurado! que en el resplandor de tu gloria conversaste con Moisés y Elías de tu Pasión y Muerte, ayúdanos a no separar nunca nuestros anhelos de gloria eterna de la cruz redentora, que abrazada con amor, nos hace posible llegar a la glorificación.

    ¡Padre Celestial! que en la Transfiguración de tu muy amado Hijo, nos exhortaste a escucharle, crea en nosotros un espíritu nuevo y una mayor docilidad para aceptar y vivir a Cristo y su doctrina de Amor, para que así alcancemos a participar de su gloria.

    Y tú ¡Oh Espíritu Santo! que en forma de nube luminosa también te hiciste presente en el Tabor, ilumina nuestro entendimiento e inflama nuestros corazones para que podamos entender y asimilar siempre mejor las enseñanzas y los ejemplos de Jesús, que con el Padre y contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.



domingo, 30 de julio de 2023

NOVENA AL PADRE CELESTIAL (en preparación a su fiesta del 7 de agosto) - DÍA TERCERO

 

Tercer Día:

Bendito seas Señor, Padre que estás en los cielos, porque en tu infinita bondad, te has inclinado sobre la miseria del hombre. 

Te pedimos que mires hoy con ojos de misericordia, a tus hijos anglicanos, nuestros hermanos, para que muy luego te demos Padre, la alegría de nuestra unión.

Padre nuestro, Ave María, Gloria.

Se concluye rezando el Rosario corto al Padre Celestial

Empezar con el Credo, 1Padre, nuestro, 1 Ave María y 1 Gloria.

Luego en las 10 cuentas chicas se dice:

 +Padre mío y Dios mío

- Padre nuestro y Dios nuestro.

En las cuentas grandes se dice:  Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

Y se sigue repitiendo de esta manera en las cinco decenas.

Al final se repite 3 veces: Padre Dios, dulce esperanza de nuestras almas, que seas conocido, alabado, amado, adorado y glorificado por todos los hombres en toda la tierra.

Padre Dulcísimo, tu sabes

Padre Dulcísimo, tu puedes

Padre Dulcísimo, tu ves

Padre Dulcísimo, ¡PROVEE!

NOVENA A JESÚS TRANSFIGURADO - DÍA TERCERO

 


Oración Inicial

     Jesús, Rey de sangre, de luz y de gloria, te suplicamos por la bondad infinita de tu corazón, que nos mires con ternura:

       Triunfa en las conciencias de los pecadores y en las almas de los justos.

        Purifica nuestros cuerpos y santifica nuestras almas.

    Corona nuestros anhelos y nuestros esfuerzos de santidad de Gracia glorificadora.

    Ayúdanos a buscar en tu Eucaristía el germen y la garantía de nuestra propia resurrección y glorificación.

    Para que, al cumplirse en nosotros tus designios salvadores, podamos glorificarte a ti, en vida, en muerte y eternidad.

    No mires nuestras faltas, sino sólo tu misericordia, y concédenos lo que con corazón humillado y confiado te pedimos (se pide la  gracia que se desea conseguir)

    Jesús Transfigurado que también todos los hombres te alaben y glorifiquen, ahora y por siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Meditación

Jesús había llevado al Tabor a Pedro, Juan y Santiago el Mayor, para allí a rezar, como lo hacía El a menudo, perseverando a veces durante toda la noche en oración.

Pero los tres Apóstoles, después de un rato, vencidos por el cansancio, se quedaron dormidos.

Hay un sueño físico y modorra espiritual; hay inclinación al menor esfuerzo, a la comodidad; hay miedo al riesgo, hay rutina, falta de fervor, falta de generosidad... Todo esto limita el trabajo de la gracia en nosotros.

El que quiera vivir la espiritualidad de la Transfiguración deberá esforzarse continuamente para dar en cada momento-dentro de sus limitaciones todo lo que puede dar: el alma siempre presente a sí misma, siempre despierta delante de Dios; la mente siempre abierta a la luz del Espíritu Santo; el corazón siempre generoso y decidido en la entrega; siempre de rodillas en su interior, en la adoración a la Trinidad Santísima y los brazos siempre levantados al Padre por el mundo entero.

Si los Apóstoles se habían quedado dormidos, por el contrario Jesús había superado el cansancio y había perseverado en la oración, con esfuerzo y heroísmo, y su Divinidad había desbordado en su cuerpo y en su alma, y así ahora su humanidad aparece resplandeciente del mismo resplandor de Dios.

Si bien la transfiguración no se realiza como premio al esfuerzo de Jesús por haber perseverado en la oración, con todo, su ejemplo debe alentarnos al esfuerzo, a la superación y a la oración. Porque Dios puede invadirnos y transfigurarnos en proporción a cuanto nos vaciamos de nosotros mismos, y también en proporción a cuanto nos esforzamos en corresponder al trabajo del Espíritu Santo en nosotros.

El que quiera vivir la espiritualidad de la transfiguración dará suma importancia a la oración, la meditación, al Oficio Divino… a fin de que el Espíritu Santo pueda paulatinamente transfigurarlo y divinizarlo.

 Oración Final

    ¡Oh Jesús Transfigurado! que en el resplandor de tu gloria conversaste con Moisés y Elías de tu Pasión y Muerte, ayúdanos a no separar nunca nuestros anhelos de gloria eterna de la cruz redentora, que abrazada con amor, nos hace posible llegar a la glorificación.

    ¡Padre Celestial! que en la Transfiguración de tu muy amado Hijo, nos exhortaste a escucharle, crea en nosotros un espíritu nuevo y una mayor docilidad para aceptar y vivir a Cristo y su doctrina de Amor, para que así alcancemos a participar de su gloria.

    Y tú ¡Oh Espíritu Santo! que en forma de nube luminosa también te hiciste presente en el Tabor, ilumina nuestro entendimiento e inflama nuestros corazones para que podamos entender y asimilar siempre mejor las enseñanzas y los ejemplos de Jesús, que con el Padre y contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.



sábado, 29 de julio de 2023

NOVENA AL PADRE CELESTIAL (en preparación a su fiesta del 7 de agosto) - DÍA SEGUNDO

 


Segundo Día:

Bendito seas Señor, Padre que estás en los cielos, porque en tu infinita bondad, te has inclinado sobre la miseria del hombre. 

Te pedimos que mires hoy con ojos de misericordia, a nuestros hermanos tan cerca de nosotros en la fe. tus hijos ortodoxos, para que guiados por María tengamos luego la dicha de unir nuestras manos y cantar la fidelidad de Dios, para con su pueblo.

Padre nuestro, Ave María, Gloria.

Se concluye rezando el Rosario corto al Padre Celestial

Empezar con el Credo, 1Padre, nuestro, 1 Ave María y 1 Gloria.

Luego en las 10 cuentas chicas se dice:

 +Padre mío y Dios mío

- Padre nuestro y Dios nuestro.

En las cuentas grandes se dice:  Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

Y se sigue repitiendo de esta manera en las cinco decenas.

Al final se repite 3 veces: Padre Dios, dulce esperanza de nuestras almas, que seas conocido, alabado, amado, adorado y glorificado por todos los hombres en toda la tierra.

Padre Dulcísimo, tu sabes

Padre Dulcísimo, tu puedes

Padre Dulcísimo, tu ves

Padre Dulcísimo, ¡PROVEE!

NOVENA A JESÚS TRANSFIGURADO - DÍA SEGUNDO

 


Oración Inicial

     Jesús, Rey de sangre, de luz y de gloria, te suplicamos por la bondad infinita de tu corazón, que nos mires con ternura:

       Triunfa en las conciencias de los pecadores y en las almas de los justos.

        Purifica nuestros cuerpos y santifica nuestras almas.

    Corona nuestros anhelos y nuestros esfuerzos de santidad de Gracia glorificadora.

    Ayúdanos a buscar en tu Eucaristía el germen y la garantía de nuestra propia resurrección y glorificación.

    Para que, al cumplirse en nosotros tus designios salvadores, podamos glorificarte a ti, en vida, en muerte y eternidad.

    No mires nuestras faltas, sino sólo tu misericordia, y concédenos lo que con corazón humillado y confiado te pedimos (se pide la  gracia que se desea conseguir)

    Jesús Transfigurado que también todos los hombres te alaben y glorifiquen, ahora y por siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Meditación

Jesús para consolidar el aliento y fe de los apóstoles, toma la iniciativa. He aquí lo que nos relatan los Evangelistas (Mt 17,1-13; Mc.9,2-13;Lc 9,28-36)

“Seis días después toma Jesús a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y los lleva aparte a un monte alto a orar. Y mientras oraba, su rostro brilló como el sol, y sus vestidos quedaron blancos como la luz, resplandecientes, y muy blancos, como no los puede blanquear ningún lavandero en la tierra.

Y hablaban con Él dos hombres, Moisés y Elías, los cuales también aparecían resplandecientes, y hablaban de su muerte, que había de tener lugar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño. Y como despertasen, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con El. Y como estos se separaban de Él, dijo Pedro a Jesús: “Maestro bueno será quedarnos aquí; hagamos tres toldos: uno para ti, otro para Moisés y otro para Elías”, sin saber lo que decía, porque estaban espantados.

Cuando aún estaba hablando, una nube luminosa los cubrió, y tuvieron miedo al entrar en la nube. Y he aquí que desde la nube una voz decía: “Este es mi Hijo muy amado, en quien me he complacido: escuchadle”

Y mientras se oía la voz quedó Jesús solo.

Al oír esto, los discípulos cayeron sobre su rostro, presos de un gran temor. Jesús se acercó a ellos y tocándoles, dijo: “Levantaos, no tengáis miedo”. Alzaron ellos sus ojos y mirando en torno suyo, no vieron ya a nadie sino a Jesús sólo.

Cuando bajaban del monte, les prohibió Jesús decir a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del Hombre resucitase de entre los muertos. Y guardaron firmemente para sí lo sucedido. Y se preguntaban que significaría eso de “resucitar de entre los muertos”. Hasta aquí los Evangelistas.

El remedio más apto, más eficaz que encontró Jesús para establecer a Pedro en la paz y en la verdad, fue apartarlo del trajín del mundo y llevarlo a la soledad, al retiro, al silencio y la oración. “A un monte alto” como símbolo de la elevación necesaria; por encima de las preocupaciones terrenales. ¡Cuántas veces Jesús había necesitado esta soledad para sí mismo!

De allí que el que desea vivir la espiritualidad de la Transfiguración deberá dar una importancia capital a estas cinco exigencias de la vida espiritual y apostólica, de las cuales depende el crecimiento propio y la fecundidad de la entrega: la soledad, el retiro,  el silencio, la oración y  la elevación del alma.

Jesús en la oración sacerdotal de la Última Cena le dice al Padre: “Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como Yo no soy del mundo, así Yo los he enviado al mundo. Y por ellos me santifico, para que ellos también sean santificados en la verdad” (Jn 17,14-19)

 

Oración Final

    ¡Oh Jesús Transfigurado! que en el resplandor de tu gloria conversaste con Moisés y Elías de tu Pasión y Muerte, ayúdanos a no separar nunca nuestros anhelos de gloria eterna de la cruz redentora, que abrazada con amor, nos hace posible llegar a la glorificación.

    ¡Padre Celestial! que en la Transfiguración de tu muy amado Hijo, nos exhortaste a escucharle, crea en nosotros un espíritu nuevo y una mayor docilidad para aceptar y vivir a Cristo y su doctrina de Amor, para que así alcancemos a participar de su gloria.

    Y tú ¡Oh Espíritu Santo! que en forma de nube luminosa también te hiciste presente en el Tabor, ilumina nuestro entendimiento e inflama nuestros corazones para que podamos entender y asimilar siempre mejor las enseñanzas y los ejemplos de Jesús, que con el Padre y contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.





viernes, 28 de julio de 2023

NOVENA AL PADRE CELESTIAL (En preparación de su fiesta el 7 de agosto)

 


Primer Día:

Bendito seas Señor, Padre que estás en los cielos, porque en tu infinita bondad, te has inclinado sobre la miseria del hombre. 

Te pedimos que mires hoy con ojos de misericordia, a tus hijos católicos, para que permanezcan bien unidos al Santo Padre, Sucesor de Pedro y Roca fundamental de la Iglesia.

Padre nuestro, Ave María, Gloria.

Se concluye rezando el Rosario corto al Padre Celestial

Empezar con el Credo, 1Padre, nuestro, 1 Ave María y 1 Gloria.

Luego en las 10 cuentas chicas se dice:

 +Padre mío y Dios mío

- Padre nuestro y Dios nuestro.

En las cuentas grandes se dice:  Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

Y se sigue repitiendo de esta manera en las cinco decenas.

Al final se repite 3 veces: Padre Dios, dulce esperanza de nuestras almas, que seas conocido, alabado, amado, adorado y glorificado por todos los hombres en toda la tierra.

Padre Dulcísimo, tu sabes

Padre Dulcísimo, tu puedes

Padre Dulcísimo, tu ves

Padre Dulcísimo, ¡PROVEE!

NOVENA A JESUS TRANSFIGURADO - DÍA PRIMERO

 Oración Inicial

     Jesús, Rey de sangre, de luz y de gloria, te suplicamos por la bondad infinita de tu corazón, que nos mires con ternura:

       Triunfa en las conciencias de los pecadores y en las almas de los justos.

        Purifica nuestros cuerpos y santifica nuestras almas.

    Corona nuestros anhelos y nuestros esfuerzos de santidad de Gracia glorificadora.

    Ayúdanos a buscar en tu Eucaristía el germen y la garantía de nuestra propia resurrección y glorificación.

    Para que, al cumplirse en nosotros tus designios salvadores, podamos glorificarte a ti, en vida, en muerte y eternidad.

    No mires nuestras faltas, sino sólo tu misericordia, y concédenos lo que con corazón humillado y confiado te pedimos (se pide la  gracia que se desea conseguir)

    Jesús Transfigurado que también todos los hombres te alaben y glorifiquen, ahora y por siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Meditación

Al iniciar estas lecciones en honor de Jesús Transfigurado, conviene que ambientemos el hecho de la Transfiguración del Señor en su contexto de tiempo, personajes y circunstancias.

A fines de julio del segundo año de predicación, Jesús faltándole tan sólo poco más de medio año para inmolarse en la Cruz, a fin de preparar el ánimo de sus discípulos a los futuros acontecimientos, había empezado a manifestarles con claridad e insistencia que El tendría que padecer mucho en Jerusalén, que sería reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que sería entregado a la muerte, y que resucitaría al tercer día (Mt.16,21.23; Mc.8,31-33;Lc 9,28)

Los Apóstoles habían seguido comentando entre sí estos anuncios de la Pasión y Muerte del Maestro, su perentoria afirmación de la necesidad de aceptar la cruz si querían seguirle, y también el anuncio de su resurrección y de su segunda venida gloriosa.

Lo de la Pasión y de la Cruz era totalmente opuesto a lo que ellos, los Apóstoles habían porfiado en imaginarse. Y también lo de la resurrección y de su segunda venida en gloria, les resultaba terriblemente duro de aceptar

Jesús percibió el desaliento y desasosiego de sus más íntimos y talvez el que más le preocupaba era Pedro.

Ese Pedro, que unos días antes lo había proclamado con respuesta certera: “Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”; ese Pedro, a quien en esa misma ocasión El había constituido como piedra angular de su Iglesia, y al cual le había prometido las llaves del Reino de los Cielos, Pedro era todavía tan de la tierra que aún entendía demasiado poco de las cosas de Dios. Tal vez Jesús recordó también que unos pocos meses antes, a principios de abril, cuando, después de la multiplicación de los panes, había prometido el Pan de Vida, y muchos discípulos le habían vuelto las espaldas había sido Pedro el que había mantenido en alto el ánimo de los Apóstoles al responderle a El: “Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú solo tienes palabras de vida eterna, y nosotros hemos creído y sabemos que Tú eres el Santo de Dios”.

Y ahora ese mismo Pedro; se había cerrado tanto. ¿Cómo abrirlo más a los planes del Padre? ¿Cómo convencerlo de la necesidad de la Cruz? ¿Cómo afirmarlo en la posibilidad de la resurrección y de su vuelta gloriosa, a él y a los demás Apóstoles?

-En las próximas lecciones veremos que iniciativa tomó Jesús para que siquiera sus Apóstoles pudieran sobrellavar los trágicos acontecimientos de su Pasión y Muerte sin demasiado desconcierto, y sin perder la fe en El. 

Oración Final

    ¡Oh Jesús Transfigurado! que en el resplandor de tu gloria conversaste con Moisés y Elías de tu Pasión y Muerte, ayúdanos a no separar nunca nuestros anhelos de gloria eterna de la cruz redentora, que abrazada con amor, nos hace posible llegar a la glorificación.

    ¡Padre Celestial! que en la Transfiguración de tu muy amado Hijo, nos exhortaste a escucharle, crea en nosotros un espíritu nuevo y una mayor docilidad para aceptar y vivir a Cristo y su doctrina de Amor, para que así alcancemos a participar de su gloria.

    Y tú ¡Oh Espíritu Santo! que en forma de nube luminosa también te hiciste presente en el Tabor, ilumina nuestro entendimiento e inflama nuestros corazones para que podamos entender y asimilar siempre mejor las enseñanzas y los ejemplos de Jesús, que con el Padre y contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.






viernes, 21 de julio de 2023

UN POCO DE HISTORIA

   Durante la extensa, dolorosa pero también hermosa gestación de nuestra Obra -aún no concluida como quisiéramos- se han alternado como señala uno de nuestros lemas la cruz y la gloria.

 Nuestra fundadora

Una de las escasas fotografías de Madre Enriqueta

Para relatar nuestra historia es necesario hablar de Madre Enriqueta Corvalán, nacida en Santiago el 17 de septiembre de 1917, día en que la Iglesia conmemora la Impresión de las Santas Llagas a San Francisco de Asís. Desde muy pequeña vive experiencias singulares: a la edad de cuatro años ve a Jesús bellísimo pero lleno de sangre, con los signos de su pasión invitándola a estar con El así. Si bien al inicio se negó asustada, con el correr de los años poco a poco se rendirá dócilmente al trabajo del Espíritu Santo, de la Virgen María, de los Ángeles, y del mismo Jesús y se arrojará confiada y heroica entre sus brazos para lo que Él quiera. Y lo que Él quiso fue identificarla con El para la salvación de las almas y para fundar una que glorificará al Señor hasta la consumación de los siglos.

         Las Misioneras.

Las tres primeras Misioneras de la Transfiguración del Señor:
Madre Enriqueta Corvalán, Hna. Teresa Rubio, Hna. Ida Puigmartí

Enriqueta a pesar de sus experiencias místicas estaba siempre disponible a hacer todo el bien que podía, consciente que su participación en la Pasión de Jesús era para avalar la gestación de la Obra de la cual el Divino Esposo le hablaba continuamente. Fue catequista tanto en Los Andes como en La Punta de Codegua (diócesis de Rancagua). Desde donde llegará a Los Andes Teresa Rubio Angulo, en febrero de 1955.

En 1969 el Señor les regala una Hija de María Auxiliadora, prima de Enriqueta, la Hna. Ida Puigmartí Concha. Será este el primer núcleo de las Hermanas que el 19 de septiembre del mismo año el Obispo de San Felipe Mons. Enrique Alvear erigirá como Pía Unión de las Misioneras de la Transfiguración del Señor, y el 23 de diciembre, recibirá de las tres los Votos Perpetuos.

Tras el terremoto de Valdivia en 1960, atendiendo el pedido de colaboración para acoger a los niños huérfanos o damnificados, Enriqueta abrió generosamente las puertas de su casa paterna (Freire 536) a diez niños sureños. Así comenzaba el Hogar María Goretti. En 1968 Enriqueta y Teresa abren en Coquimbito el Hogar Divina Providencia. ¿Cómo aquilatar los sacrificios de aquellos tiempos heroicos? Dios los tiene inscritos en el libro de la vida.

Años más tarde se asomarán al aspirantado, junto con otras jóvenes, las hermanas Elisa, Sara y Alicia Muñoz Urrutia, que llegarán a pronunciar sus votos en la Pía Unión, en manos de Mons. Francisco de Borja Valenzuela.

Toma de hábito de las hnas. Muñoz Urrutia en Los Andes de manos
de Mons. Francisco de Borja Valenzuela

Además de los hogares de Los Andes atendían el Hogar Pablo VI en El Almendral que llegó a albergar a 500 niños. Todo parecía ir viento en popa… pero el descuido de la formación de las jóvenes, irregularidades en la administración de los bienes y la desobediencia al Obispo Mons. Manuel Camilo Vial trajo como consecuencia que este disolviera a las Misioneras. La Madre Enriqueta vivió sus últimos años en agonía espiritual viendo como la Obra que Dios le había confiado se venía abajo. El 15 de noviembre de 1991 fallecía en Los Andes.

Las actuales Misioneras del Monte Tabor:
Carmen Herrera y Elizabeth Montiel

En 2012 resucitan las Misioneras ahora como Misioneras del Monte Tabor. El 17 de marzo de 2017 Carmen Herrera Quiroz pronunció sus votos perpetuos.

 Los Misioneros

Los tres fundadores: Madre Enriqueta Corvalan,
Padre Guido Bertolino y Padre Hugo Cornelissen.

Ambos mantuvieron contacto epistolar, lo que permitió a P. Hugo colaborar con P. Guido y mediante suyo con las Hermanas enviando vocaciones, también consiguiendo donaciones con sus amigos de Bélgica. Pero Dios le pidió un poco más: unirse ya no afectiva sino efectivamente al P. Guido en la tarea que estaba realizando. Durante este fecundo período -donde no faltaron pruebas y dificultades- el 6 de agosto de 1986 nace la revista Tabor, órgano oficial de comunicación entre la Obra y sus amigos.

El P. Guido Bertolino Marocco era un salesiano italiano piadoso, minucioso y reservado que estando en Punta Arenas entabla contacto epistolar con Madre Enriqueta durante varios años hasta descubrir a través de las cartas el llamado del Señor a dejar su congregación para trasladarse a Los Andes a ser parte de esta fundación.

En aquel entonces San Felipe no contaba con seminario propio. Para respaldar las vocaciones que comenzaban a asomar el P. Guido partió a Valparaíso donde lo acogió Mons. Emilio Tagle Covarrubias.

Durante su estancia en Puerto Natales P. Guido conoció a un joven, dinámico e inquieto salesiano belga, el P. Hugo Cornelissen Dockx que poco tiempo antes había llegado a Chile como misionero.

El 31 de julio de 1980 los padres Guido y Hugo acompañados por el P. Miguel Contardo y don Álvaro Riquelme, abogado laico de Viña del Mar, dan inicio a la Asociación de los Misioneros de la Transfiguración del Señor.

Fundación de los Misioneros de la Transfiguración del Señor
Sentados: P. Calixto Iturralde (Pasionista español),
Madre Enriqueta Corvalan, P. Guido Bertolino
De pie: P. Miguel Contardo, Don Álvaro Riquelme.

En 1982 Mons. Tagle nombra al P. Hugo Párroco de El Belloto mientras que el P. Guido se hace cargo de la Capilla de la Transfiguración (calle Peyronnet). Realizaron una sacrificada labor pastoral en dichos lugares recordada con cariño hasta hoy por sus feligreses.

Por razones que podemos llamar providenciales regresamos a la Diócesis de San Felipe cuyo Obispo Mons. Manuel Camilo Vial nos confió la Parroquia de Rinconada de Silva a la cual llegamos el 12 de abril de 1985 a quedarnos durante tres décadas.

P. Hugo Cornelissen y los Padres Ricardo Gómez y Juan Cortés
concelebrando la Santa Misa durante un paseo comunitario.



El 8 de enero de 1994 Mons. Vial ordena sacerdote al P. Ricardo Gómez y años después el 13 de diciembre de 1998 al P. Juan Cortés Malbran ¡los primeros Transfiguristas que llegan al sacerdocio!

La preocupación de un grupo de laicos por el devenir material de la Obra dio origen a la Corporación de Respaldo a los Misioneros de la Transfiguración del Señor el 23 de febrero de 1995.

La noche del 12 de diciembre de 2003 el P. Guido fallecía silenciosamente en Rinconada de Silva con la certeza que la Obra estaba en las manos del Señor y nada podía detenerla. Tras una larga enfermedad el P. Hugo fallecería también el 23 de agosto de 2009. Una gran tarea dejaban sobre nuestros hombros.

Misa de bienvenida a los Misioneros de la Transfiguración
en la Parroquia de Cabildo (11.05.2019)

En 2019 la autoridad eclesiástica diocesana solicita trasladarnos a Cabildo, cosa que hicimos con mucha pena al dejar un lugar donde estuvimos tantos años y recibimos tanto afecto pero confiados en el Padre Celestial que nos abría nuevos horizontes.

Ahí estuvimos evangelizando, también pasamos la pandemia, hasta que en 2022 nuestro actual Obispo Mons. Gonzalo Bravo Álvarez nos pidió atender las inmensas parroquias de Petorca y Chincolco donde nos encontramos actualmente esperando darnos a conocer y despegar definitivamente.

Los Laicos Transfiguristas

Cuando Madre Enriqueta no podía hacer más apostolado que ofrecer sus sacrificios y sufrimientos, algunos laicos de Santiago se pusieron a sus órdenes para ayudarla a realizar lo que el Señor le pedía. Fue el inicio informal de nuestra tercera rama. Con el tiempo se fueron juntando otros amigos para ayudar a las Misioneras a medida que crecían y multiplicaban sus actividades. Conviene aquí recordar a don Ventura Balart Bernal, el laico más fiel y comprometido con la Obra en sus inicios.  

Mientras los Padres Guido y Hugo evangelizaban en Quilpué, El Belloto y posteriormente Rinconada de Silva asomaron numerosos laicos a ayudarles en sus apostolados y asimilar su espiritualidad. Sobresale entre muchos otros por su fidelidad y compromiso la Srta. Cecilia Herrera, fallecida en 2021.

Encuentro de los Laicos Transfiguristas en Petorca, 2022.

Lo que sin organización ya funcionó al soplo del Espíritu Santo la comunidad actual ha ido organizando con mucho esfuerzo durante mucho tiempo.

Queda bastante por hacer para que nuestra Obra con sus tres ramas quede canónicamente consolidada. Hemos ido creciendo en medio de cruz y gloria. Las dificultades que hemos pasado nos han unido a Nuestro Señor acompañados por las oraciones e inmolaciones de quienes vibran con nuestra espiritualidad. Les pedimos sigan apoyándonos de esta forma para que el sueño del Señor a través de nuestros fundadores pueda hacerse realidad en las comunidades donde estamos ahora y después más allá de ellas.

RECEMOS EL ROSARIO CON LOS MISIONEROS DE LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

El Santo Rosario en audio con los Misioneros de la Transfiguración. 

                         Misterios Gozosos.

                         

                         Misterios Luminosos


                        Misterios Dolorosos


                      Misterios Gloriosos.





¿DONDE ESTÁN LOS MISIONEROS DE LA TRANSFIGURACIÓN?

  Los Misioneros de la Transfiguración y las Misioneras del Monte Tabor se encuentran siempre en la Diócesis de San Felipe, desde el pasado 2022, evangelizando en la comuna de Petorca (al norte de la V Región)  de Aconcagua, atendiendo las dos parroquias que abarcan dicha comuna: la Parroquia Nuestra Señora de la Merced de Petorca y Sagrado Corazón de Jesús de Chincolco.



Petorca

jueves, 20 de julio de 2023

NUEVA ÉPOCA DE NUESTRO BLOG

 Por gracia de Dios Uno y Trino y bondad de María Glorificada Nuestra Señora, iniciamos una nueva época en esta bitácora que resucita gloriosamente tras muchos años de sueño para seguir evangelizando y dando a conocer la espiritualidad de la Obra Misionera de la Transfiguración del Señor ahora en las Parroquias de Petorca y Chincolco.