jueves, 28 de abril de 2011

JUAN PABLO II. EN FACEBOOK




La página de Facebook creada por el Vaticano para la beatificación del Siervo de Dios Juan Pablo II ha resultado ser un éxito al alcanzar en pocas semanas los seis millones de visitas y los más de 42 mil seguidores.
John Paul II (the Vatican page) se encuentra en
www.facebook.com/vatican.johnpaul2 y fue creada por Radio Vaticana y el Centro Televisivo Vaticano, para difundir a través de internet numerosos archivos de sonido y de video grabados durante el pontificado de Juan Pablo II (1978-2005).
Ambas entidades crearon también el canal Youtube.com/GiovanniPaoloII para alojar decenas de videos. El canal cuenta con casi 70 mil visitas y más de 185 mil reproducciones.
El video más visto es el que presenta a Juan Pablo II cantando en español "Pescador de los Hombres", filmado en su visita a El Salvador en el año 1983.
El director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, expresó al diario italiano Corriere Della Sera su alegría por este éxito, "sabemos que mucha gente está emocionada ante la proximidad de la beatificación de Juan Pablo II, cuántos jóvenes lo conocieron en las Jornadas Mundiales de la Juventud, ahora hemos buscado otro camino para permitir que todos nos familiaricemos a fondo con la figura de Wojtyla, y también a través de imágenes y palabras que fueron muy amadas en su larguísimo pontificado".









Ali Agca nunca pidió perdón a Juan Pablo II, revela ex vocero vaticano.-







Joaquín Navarro Valls, quien por 22 años dirigió la Oficina de Prensa de la Santa Sede, reveló que el turco Mehmet Alí Agca no pidió perdón al Papa Juan Pablo II por intentar asesinarlo a balazos el 13 de mayo de 1981.
“Ninguna palabra de perdón. Estaba (Agca) obsesionado con lo que había leído en los diarios. Sólo le preguntó por el tercer secreto de la Virgen de Fátima”, afirmó Navarro Valls en una entrevista concedida el domingo 24 de abril al programa La Arena de la televisión italiana Rai Uno.
El ex vocero vaticano recordó el encuentro entre el Papa y Agca, ocurrido dos años después del atentado en la prisión italiana de Rebbibia. Según Navarro Valls, Juan Pablo II quedó muy sorprendido por la actitud del turco.
Juan Pablo II fue herido de gravedad por los tiros de Agca y no dudó en hacer público su perdón en varias ocasiones, la primera vez a solo cuatro días del atentado.
Según Navarro Valls, Juan Pablo II quedó muy sorprendido porque durante la visita a Agca lo único que éste le dijo fue: "me tienes que decir cuál es el secreto de la Virgen de Fátima".
Agca tampoco dio una explicación al Papa sobre las razones del atentado.
En el año 2000, Agca admitió ante la prensa que en la visita de Rebbibia preguntó a Juan Pablo II "directamente" por el secreto de Fátima, pero el Papa no le respondió.
"El Papa en aquella ocasión- mantuvo un silencio absoluto, lo que me causó una profunda desilusión, junto a la gran alegría de haberme encontrado con él", dijo.
“Una mano disparó (la de Agca) y otra (la de la Virgen) desvió la bala”, “la Providencia Divina me ha salvado milagrosamente de la muerte, me ha prolongado la vida y en cierto sentido me la ha dado de nuevo”, dijo Juan Pablo II al recuperar la salud.

EL EDICTO.



Roma, Miércoles, 18 de mayo 2005



Causa de Beatificación y Canonización del Siervo de Dios JUAN PABLO II
(en el siglo Karol Wojtyla) Sumo Pontífice
Edicto
El sábado 2 de abril de 2005, por la tarde, cuando ya se había entrado en el día del Señor, octava de Pascua y domingo de la Misericordia divina, el Señor llamó a sí, desde el palacio apostólico vaticano, al Santo Padre Juan Pablo II. El siervo de Dios, hombre de intensa vida de oración, Pastor incansable de la Iglesia universal y testigo valiente del Evangelio de Cristo, encomen-dándose totalmente a la voluntad de Dios y a la Virgen María, reafirmó en su vasto y rico magisterio el carácter central del Misterio eucarístico en la vida de la Iglesia, indicando a todos los bautizados como primario su compromiso de buscar la santidad, a la que definió "alto grado de la vida cristiana". Habiéndose manifestado de modo clamoroso en el momento de su muerte la fama de santidad, de la que ya gozaba en vida, y habiéndose solicitado formalmente el inicio de la causa de beatificación y canonización del siervo de Dios, al darlo a conocer a la comunidad eclesial, invitamos a todos y cada uno de los fieles a comunicarnos directamente o a enviar al Tribunal diocesano del Vicariato de Roma (plaza S. Giovanni in Laterano, 6 00184 Roma) todas las noticias que, de cualquier manera, puedan pro-porcionar elementos favorables o contrarios a la fama de santidad de dicho siervo de Dios. Además, debiéndose recoger, a tenor de las disposiciones legales, todos los escritos a él atribuidos, ordenamos, con el presente EDICTO, a todos los que posean alguno, que envíen con la debida solicitud al mismo Tribunal cualquier escrito que tenga como autor al siervo de Dios, si no ha sido ya entregado a la Postulación de la causa. Recordamos que con el nombre de escritos no sólo se entienden las obras impresas, que por lo demás ya han sido reunidas, sino también los manuscritos, los diarios, las cartas y cualquier otra escritura privada del siervo de Dios. Los que deseen conservar los originales, pueden presentar una copia debidamente autenticada. Establecemos, por último, que este EDICTO permanezca fijado durante dos meses en las puertas del Vicariato de Roma, así como en las de la Curia de Cracovia, y que sea publicado en la "Revista diocesana" de Roma, y en los diarios "L'Ossservatore Romano" y "Avvenire". Dado en Roma, en la sede del Vicariato, el 18 de mayo de 2005.
Vicario General Camillo Card. Ruini
Notario Giuseppe Gobbi

EL MILAGRO DEL SIERVO DE DIOS JUAN PABLO II. ABRIL 2011



Marie Simon-Pierre.


En junio de 2001, me diagnosticaron la enfermedad de Parkison. La enfermedad había afectado a toda la parte izquierda del cuerpo, creándome graves dificultades, pues soy zurda. Después de tres años, a la fase inicial de la enfermedad, lenta pero progresiva, siguió un agravamiento de los síntomas: acentuación de los temblores, rigidez, dolores, insomnio... Desde el 2 de abril de 2005 empecé a empeorar de semana en semana, desmejoraba de día en día, no era capaz de escribir (repito que soy zurda) y si lo intentaba, lo que escribía era ininteligible. Podía conducir sólo en recorridos breves, porque la pierna izquierda se bloqueaba a veces y la rigidez habría impedido el conducir. Para llevar a cabo mi trabajo, en un hospital, empleaba además más tiempo del normal. Estaba agotada.
Después de saber el diagnóstico, me resultaba difícil ver a Juan Pablo II en la televisión. Me sentía, sin embargo, muy cercana a él en la oración y sabía que él podía entender lo que yo vivía. Admiraba también su fuerza y su valor, que mi estimulaban para no rendirme y para amar este sufrimiento, porque sin amor no tenía sentido todo esto. Puedo decir que era una lucha diaria, pero mi único deseo era vivirla con fe y en la adhesión amorosa a la voluntad del Padre.
En Pascua (2005) deseaba ver a nuestro Santo Padre en la televisión porque sabía, en mi interior, que sería la última vez. Me preparé durante toda la mañana a aquel “encuentro” sabiendo que sería muy difícil para mi, pues me haría ver cómo me encontraría yo de ahí a algún año. Me resultaba aún más duro siendo relativamente joven... Un servicio inesperado, sin embargo, me impidió verlo.
En la tarde del 2 de abril, nos reunimos toda la comunidad para participar en la vigilia de oración en la plaza de San Pedro, retransmitida en directo por la televisión francesa de la diócesis de París (KTO)... todas juntas escuchamos el anuncio del fallecimiento de Juan Pablo II; en ese momento, se me cayó el mundo encima, había perdido al amigo que me entendía y que me daba la fuerza para seguir adelante. En los días siguientes, tenía la sensación de un vacío enorme, pero también la certeza de su presencia viva.
El 13 de mayo, festividad de Nuestra Señora de Fátima, el Papa Benedicto XVI anunciaba la dispensa especial para iniciar la Causa de Beatificación de Juan Pablo II. A partir del día siguiente, las hermanas de todas las comunidades francesas y africanas empiezan a pedir mi curación por intercesión de Juan Pablo II. Rezan incesantemente hasta que les llega la noticia de la curación.
En ese período estaba de vacaciones. El 26 de mayo, terminado el tiempo de descanso, vuelvo totalmente agotada por la enfermedad. “Si crees, verás la gloria de Dios”: esta frase del Evangelio de san Juan me acompañaba desde el 14 de mayo. El 1 de junio ya no podía más, luchaba por mantenerme de pie y caminar. El 2, por la tarde, fui a buscar a mi superiora para pedirle si podía dejar el trabajo. Ella me animó a resistir aún un poco más hasta mi vuelta de Lourdes, en agosto, y añadió: “Juan Pablo II no ha dicho aún su última palabra” (Juan Pablo II estaba seguramente allí, en aquel encuentro que transcurrió sereno y en paz). Después, la madre superiora me dió una pluma y me dijo que escribiera: “Juan Pablo II”. Eran las 5 de la tarde. Con esfuerzo escribí: “Juan Pablo II”. Nos quedamos en silencio ante la letra ilegible... después, la jornada continuó como de costumbre.
Al terminar la oración de la tarde, a las 9 de la noche, pasé por mi despacho antes de ir a mi habitación. Sentía el deseo de coger la pluma y escribir, algo así como si alguien en mi interior me dijese: “Coge la pluma y escribe ”... eran las 9.30-9.45 de la noche. Con gran sorpresa ví que la letra era claramente legible: sin comprender nada, me acosté. Habían pasado exactamente dos meses desde la partida de Juan Pablo II a la Casa del Padre... Me desperté a las 4.30 sorprendida de haber podido dormir y de un salto me levanté de la cama: mi cuerpo ya no estaba insensible, rígido, e interiormente no era la misma.
Después, sentí una llamada interior y el fuerte impulso de ir a rezar ante el Santísimo Sacramento. Bajé al oratorio y recé ante el Santísimo. Experimenté una profunda paz y una sensación de bienestar; una experiencia demasiado grande, un misterio difícil de explicar con palabras.
Después, ante el Santísimo Sacramento, medité sobre los misterios de luz de Juan Pablo II. A las 6 de la mañana, salí para reunirme con las hermanas en la capilla para un rato de oración, al que siguió la celebración eucarística. Tenía que recorrer cerca de 50 metros y en aquel mismo momento me di cuenta de que, mientras caminaba, mi brazo izquierdo se movía, no permanecía inmóvil junto al cuerpo. Sentía también una ligereza y agilidad física que no sentía desde hacía tiempo. Durante la celebración eucarística estaba llena de alegría y de paz; era el 3 de junio, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. Al salir de la Santa Misa, estaba segura de mi curación... mi mano no temblaba más. Fui otra vez a escribir y a mediodía dejé de tomar las medicinas.
El 7 de junio, como estaba previsto, fui al neurólogo, mi médico desde hacía cuatro años. También él quedó sorprendido al constatar la desaparación de todos los síntomas de la enfermedad, a pesar de haber interrumpido el tratamiento desde hacía cinco días. El día después, la superiora general confió a todas nuestras comunidades la acción de gracias y toda la congregación comenzó una novena en acción de gracias a Juan Pablo II.Han pasado ya diez meses desde que interrumpí todo tipo de tratamiento. He vuelto a trabajar normalmente, no tengo dificultad para escribir y conduzo también en recorridos largos. Me parece como si hubiese renacido: una vida nueva, porque nada es igual que antes.
Hoy puedo decir que un amigo ha dejado nuestra tierra, pero está ahora mucho más cerca de mi corazón. Ha hecho crecer en mí el deseo de la adoración al Santísimo Sacramento y el amor a la Eucaristía, que ocupan un puesto prioritario en mi vida cotidiana.Lo que el Señor me ha concedido por intercesión de Juan Pablo II es un gran misterio difícil de explicar con palabras, algo muy grande y profundo... pero nada hay imposible para Dios.
Sí, “si crees, verás la gloria de Dios”.


Sor Marie Simon-Pierre

LETRA DEL HIMNO DE LA BEATIFICACIÓN DEL SIERVO DE DIOS JUAN PABLO II. ABRIL 2011




Rit. Aprite le porte a Cristo!Non abbiate paura:spalancate il vostro cuoreall’Amore di Dio.
Testimone di speranzaper chi attende la salvezza, pellegrino per amoresulle strade del mondo. Rit.
Vero padre per i giovaniche inviasti per il mondo, sentinelle del mattino, segno vivo di speranza. Rit.
Testimone della fedeche annunciasti con la vita, saldo e forte nella prova confermasti i tuoi fratelli. Rit.
Insegnasti ad ogni uomola bellezza della vita indicando la famiglia come segno dell'amore. Rit.
Portatore della paceed araldo di giustizia, ti sei fatto tra le genti nunzio di misericordia. Rit.
Nel dolore rivelastila potenza della Croce. Guida sempre i tuoi fratelli sulle strade dell'amore. Rit.
Nella Madre del Signoreci indicasti una guida, nella sua intercessione la potenza della grazia. Rit.
Padre di misericordia,Figlio nostro Redentore, Santo Spirito d'Amore, a te, Trinità, sia gloria. Amen. Rit.
Rit. ¡Abrid, las puerta’s a Cristo,no tengais miedo!Abrid de par en parVuestro corazòn a Dios
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AMPOLLA CON SANGRE DE SS. J.PABLO II. SERA EXPUESTA EN EL VATICANO. Abril 2011




La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó esta mañana que los miles de fieles que lleguen al Vaticano este fin de semana para asistir a la ceremonia de beatificación del Papa Juan Pablo II podrán venerar como reliquia del futuro beato una pequeña ampolla de sangre.“La reliquia que será expuesta a la veneración de los fieles, en ocasión de la beatificación del Papa Juan Pablo II, es una pequeña ampolla de sangre, insertada en el precioso relicario que la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice ha hecho preparar” para este momento solemne y entrañable, según sostiene un comunicado de la Oficina.
El texto explica que el personal médico acargo del cuidado del Papa en sus últimos días realizó extracciones de sangre para ponerla a disposición del Centro de Transfusiones del Hospital Bambino Gesú –a cargo del servicio médico papal-, en vista de una eventual transfusión.
Según detalla Radio Vaticana, “sin embargo, no se realizó ninguna transfusión y la sangre extraída quedó conservada en cuatropequeños contenedores. Dos de los cuales quedaron a disposición del secretario particular del Papa Juan Pablo II, Cardenal Dziwisz, y los otros dos han permanecido en el citado hospital, devotamente custodiados por las religiosas de este centro. Precisamente éstos son los que han sido colocados en dos relicarios”.
“Uno será presentado a la veneración de los fieles, en ocasión de la ceremonia de Beatificación, del uno de mayo, y luegose conservará en el ‘Sacrario’, a cargo de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, junto con otras importantes reliquias. El segundo se volverá a entregar al hospital pediátrico romano Bambino Gesú, cuyas religiosas, como se ha dicho, habían custodiado esta preciosa reliquia en estos años. La sangre se encuentra en estado líquido, circunstancia que se explica por la presencia de una sustancia anticoagulante, presente en las probetas en el momento de la extracción”.


DATOS SOBRE LA BEATIFICACIÓN DE SU SANTIDAD JUAN PABLO II. Abril 2011




El vaticanista italiano del diario La Stampa, Andrea Tornielli, afirma que en el año 2005 el Papa Benedicto XVI consideró, pero finalmente declinó optar por la canonización inmediata de Juan Pablo II.
En un artículo publicado hoy, Tornielli escribe que "el Papa Ratzinger no decidió inmediatamente. Conocía bien a su predecesor y no tenía dudas sobre su santidad personal. Quiso consultar a algunos colaboradores y al final decidió derogar la espera de cinco años (antes de abrir la causa), pero no por ello obviar la beatificación".
El vaticanista comenta además que la sugerencia de la canonización inmediata fue hecha por el Cardenal Stanislaw Dziwisz, actual Arzobispo de Cracovia (Polonia) y quien fuera secretario personal de Juan Pablo II por más de 40 años.
Indica también que la propuesta para no esperar los cinco años, después de la muerte, que indica la norma para abrir una causa, fue hecha por el Cardenal eslovaco Jozef Tomko, amigo personal del Papa Juan Pablo II y Prefecto Emérito de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
En opinión de Tornielli, los cardenales de la curia romana habían acogido el clamor de cientos de miles de fieles que durante los funerales del Papa polaco habían repetido incesantemente: "¡Santo súbito!" (¡Santo ya!)
Tres años antes de estos acontecimientos, en junio de 2003, una discusión similar ocurrió en el Vaticano por el caso de la Madre Teresa de Calcuta. El entonces Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Angelo Sodano, había consultado por escrito a nombre de Juan Pablo II a algunos cardenales de la curia romana para pedirles su opinión en cuanto a la canonización inmediata de la religiosa y proclamarla así santa.
La idea, dice Tornielli, "no le disgustaba al Papa Wojtyla, pero no se concretizó porque él optó por tener en cuenta las objeciones de los colaboradores consultados". Así la Madre Teresa fue beatificada en octubre de ese año y su causa de canonización sigue actualmente su curso.
El Papa Benedicto XVI beatificará al Siervo de Dios Juan Pablo II el domingo 1 de mayo en la Plaza de San Pedro en Roma, un acontecimiento histórico ya que será la primera vez en más de 10 siglos que un Pontífice eleva a los altares a su predecesor inmediato.