miércoles, 4 de agosto de 2010

23 DE AGOSTO. RECORDEMOS A UN HOMBRE DE DIOS


Extraido del numero de Agosto de la Revista "TABOR" de los Misioneros de la Transfiguracion del Señor


La mañana del 13 de agosto de 2010, el Padre Hugo Cornelissen volvía al regazo del Padre Celestial. Se cumple un año desde esa fecha, y el recuerdo del buen Padre Hugo esta presente en el corazón de cuantos tuvimos la oportunidad de conocerlo, y poder aprender de sus enseñanzas.
El Padre Hugo vivió irradiando a Jesús, abandonado sinceramente en las manos de la Virgen María, y esforzándose diariamente en vivir como una alma pequeña que vive en las manos del Padre Celestial.
Con celo incansable nos atraía al Confesionario para darnos el perdón de Dios. Con energía profética denunciaba la sinceridad del pecado. No siempre nuestros corazones estaban abiertos a acoger el mensaje que Jesús nos hacía a través del Padre. Quería que cada familia diera a Jesús un lugar en la vida, y que fuera el primer lugar. Quería que todos pudieran comprender que el mejor camino que podemos elegir es el que nos conduce a la salvación, y que el pecado es horrible y nos conduce al infierno.
Pero ese afán no quedaba en las palabras. Inspirado en el ejemplo de San Juan Bosco impulsa los CEVAS para procurar a los niños permanecer en amistad con Dios y tener un momento sano de alegría en sus vacaciones. Viaja por todo el continente para comunicar estas verdades. Ni su salud que se desgastaba poco a poco, ni las incomodidades del momento lo detenía en ello.
Señor, ahora que Padre Hugo está a tu lado, no permitas que nos olvidemos de el, antes bien, sacude nuestros corazones con la misma intensidad con que lo hacía el en Tu Nombre. Que podamos convertirnos de verdad, para vivir como discipulos tuyos, caminando por tus caminos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario